Nos ha enseñado de dónde proviene y después hemos untado nuestros dedos en ella para probarla. A algunos nos ha encantado y a otros no tanto, pero lo que hemos descubierto es que está realmente dulce.
Después cada equipo ha pintado con la miel una colmena para no olvidarnos de dónde viene, y nos lo hemos pasado fenomenal.
.

¡VIVAN LAS ABEJAS!
¡Qué bueno!
Nunca se me hubiera ocurrido usar la miel para pintar, pero claro, que mejor idea que usarla para decorar la colmena.
Tiene un sabor peculiar y es verdad que no a todo el mundo le gusta, pero lo importante es probar las cosas, olerlas, tocarlas…gracias profe por haber llevado la miel a los niños de 3 años.