¡¡¡Cómo nos queremos!!!
En esta ocasión queremos dedicar nuestro blog, a algo muy especial y fundamental para el desarrollo del niño/a: la afectividad.
Es inevitable destacar la importancia de la afectividad en edades tan tempranas, puesto que el vínculo afectivo que tienen los niños/as, es una pieza clave a la hora de su desarrollo. Es decir, que el cariño que ese niño/a reciba, cómo y de quién, condicionará su madurez psicológica y será un factor que le ayude en su desarrollo global.
Así pues en nuestras aulas, además de marcarnos objetivos para la adquisición de conocimientos y fomentar su autonomía personal, para ayudar a los peques a ser personas en un futuro capaces de resolver conflictos, no nos olvidamos y nos parece fundamental, plantearnos objetivos que potencien la afectividad y las relaciones sociales entre los peques.
En el aula son abundantes los besos y los abrazos entre los compañeros y hacia las profes, que al fin y al cabo, son durante un ratito sus adultos de referencia.
Solemos realizar actividades dedicadas a fomentar las relaciones sociales, una de ellas, por ejemplo, es una actividad que realizamos durante el día y a la que llamamos familiarmente el “Juego del Círculo”, es muy sencillita y divertida. En un momento del día, nos sentamos todos en círculo y nos vamos pasando una pelotita de peluche, cada niño/a elige a quién se la quiere dar y se la van pasando, para ellos es tan importante tanto quién la pasa como quién la recibe, además la profe en algún momento interviene en la actividad como mediadora para que todos se sientan importantes.
En casa podéis fomentar la afectividad por ejemplo con cuentos. Existen cuentos muy adecuados para estas edades que tratan la afectividad de forma muy cercana. Os destacamos algunos de ellos como:
- Adivina cuánto te quiero. (Editorial Kokinos).
- Con locura. (Editorial Edelvives).
- Mauro necesita un abrazo. (Editorial Edelvives)
¡¡No os olvidéis de la importancia de un abrazo y un beso!!.