Como premio por habernos portado tan bien esta semana, convertimos la tarde del viernes en una tarde de aventuras. Nuestra aventura consistía en descifrar una serie de pistas y adivinanzas para conseguir un huevo de dragón.
¿Y quién nos había mandado este juego tan divertido? Pues Lin, un amigo de nuestra profe de prácticas Cristina, que le había dicho que nos gustaban mucho los dragones, y a través de una videoconferencia que hicimos con la pizarra digital, nos explicó que pistas debíamos seguir para encontrar nuestro tesoro.
Primero nos dividimos por equipos y nuestra primera misión fue resolver un Tangram que al juntar bien las piezas, aparecía alguna imagen típica de china: un oso panda, un templo, la muralla china, etc.
Después, cada equipo recibió un mapa que tuvimos que descifrar entre todos. Al principio nos costó mucho, ¡qué difícil es escuchar las ideas de todos!, pero al final conseguimos adivinar dónde debíamos dirigirnos para encontrar la siguiente pista.
Allí, nos dieron una adivinanza, la respuesta nos diría en qué lugar de la clase estaban nuestros huevos de dragón. ¡Estábamos tan nerviosos que no podíamos ni pensar! Al final, encontramos nuestro tesoro por todas partes, dentro del templo, en la caja de los desayunos, pegados debajo de las mesas, en el sobre del señor estudioso….
Ha sido una tarde muy divertida y hemos descubierto que nos encanta trabajar en equipo.
Les ha encantado la actividad. Tanto que se ha pasado todo el fin de semana besando el huevo y mirándole para ver sí crecía y nacía un dragón.
¡Qué bien os lo pasáis!
Yo quiero ir un día a jugar con vosotros. Cuando era pequeña no se lo curraban tanto las profes.
Gracias Marian por las fotos.
¡Es una actividad genial!! se ve que lo disfrutaron un montón.