«Manipular es divertido y además…»
Los niños no necesitan aprender a explorar, preguntar y manipular; nacen con un fuerte deseo de hacerlo. Esta necesidad de tocar, manipular y explorar sienta las bases de todo futuro aprendizaje.
A los niños les produce una enorme satisfacción el ser capaces de manejar y controlar cosas, y resultados más allá de sus propios cuerpos, y les conduce a una clarificación y entendimiento de su mundo físico.
Al tocar, manipular, experimentar, sentir, etc,, se hacen capaces de integrar esta información. De esta manera amplían y profundizan su comprensión del mundo que les rodea.
¡¡Familias, dejémosles manipular!!