Ya somos mayores

Los cambios de actividades y de ritmo son constantes, para mantener la atención de los niños. Dejarles también libremente desarrollar una actividad les relaja y les da autonomía. Por eso uno de los momentos que más les ha gustado hoy ha sido utilizar el punzón, una experiencia nueva que han disfrutado mucho. Es una actividad que estimula el desarrollo  de la habilidad óculo – manual, ya que le exige al niño coordinación y delicadeza de movimientos para perforar el papel.

He observado que esta actividad motiva mucho a los niños, por el solo acto de perforar el papel y además por la textura que produce la perforación, produciendo sorpresa para el niño, puesto que lo que se pica por un lado saldrá por el otro lado y eso para el niño es novedoso y mágico.

Os invito a que trabajéis ésta técnica con vuestros hijos, pues la utilización frecuente y progresiva de ésta técnica les facilitará el manejo del lápiz y dará mayor seguridad al niño cuando tenga que escribir o hacer trazos específicos. El picado es un ejercicio fundamental de entrenamiento psicomotor.