Nuestros dientes se mueven, y nos empezamos a impacientar e ilusionar. Hasta que por fin ¡se nos ha caído el diente que llevaba tanto tiempo temblando cada vez que hablábamos, reíamos y comíamos!
¡Esta noche vendrá el Ratoncito Pérez a visitarnos!
Y es que, últimamente está viniendo muy a menudo a nuestras casas.
¡Nos encanta que venga porque siempre nos deja una sorpresa!