Como ya ha llegado el otoño, hay días que nuestro patio se llena de charcos y no podemos salir a jugar, pero no nos importa porque nos encanta jugar en clase también.
A través del juego aprendemos muchas cosas, muchos valores que aparentemente no se ven a primera vista, pero los ponemos en práctica cada vez que sacamos los juguetes y juegos: aprendemos a compartir, a tomar decisiones dentro de un grupo, a relacionarnos con los amigos, a compartir gustos…
A cada uno nos gusta jugar a cosas diferentes pero todas son realmente divertidas. A veces, tenemos pequeños conflictos porque queremos la misma cosa pero como mayores que somos estamos aprendiendo a resolverlos dialogando y sin enfadarnos.
¡Jugar con los amigos es genial!
Tendremos que copiar algún juego para importarlo a casa.
¡Qué sería de los niños sin el juego…!
Ahí es donde vemos los gustos de cada uno de ellos y podemos observar como comparte, se desenvuelve, disfruta.
Es muy importante porque los niños interactuan con sus compañeros y a veces no es tan fácil.
Es una forma de aprendizaje más y dentro de poco va a haber más días de lluvia para que sigan jugando.