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¡¡BIBLIOTECA!!

BIBLIOTECA

El jueves es un día especial, porque subimos a la biblioteca con mucha ilusión para descubrir cuentos nuevos.

Siempre a la entrada nos colocamos sentados en nuestra alfombra y cojines chulos, mientras nuestra profesora nos reparte un cuento a cada uno, que aunque no sabemos leer nos lo pasamos chupi viendo las imágenes e inventando historias, cuando terminamos de verlo podemos cambiarlo con nuestros compañeros y un ratito antes de volver a la clase si todo a transcurrido bien y hemos estado en silencio, la profesora nos cuenta un cuento diferente cada día, que es lo que más nos gusta.

Esta actividad nos permite fomentar el gusto por la lectura, estimular su imaginación y el lenguaje, porque añaden palabras a su vocabulario y aprenden diferentes expresiones.

Los niños aprenden mucho con los cuentos infantiles, gracias a la fantasía y a la magia que despiertan. Leer es muy importante para formarse y aprender algo nuevo cada día, y qué mejor manera de adquirir esta costumbre que leyendo desde pequeños.

¡¡¡Familias os animo a que visitéis con vuestros hijos/as la biblioteca del colegio !!!

¡¡¡EMPEZAMOS EL DÍA!!!

EMPEZAMOS EL DÍA

Esta semana os queremos hablar de uno de los momentos más importantes del día: LA ASAMBLEA.

La asamblea la llevamos a cabo a primera hora de la mañana, cuando todos estamos muy receptivos, para poder darnos los buenos días y presentar lo que vamos a hacer a lo largo del día. Para ellos también es muy importante porque la mascota de la clase elige quién es el encargado del día y será quien dirija la asamblea.

Aunque todos los días cantamos la canción de los buenos días, descubrimos qué día de la semana es, vemos qué tiempo hace y cantamos alguna canción; también es el momento de hablar qué hemos hecho el fin de semana o tratar algún tema que tengamos que hablar todos juntos (reforzar algún logro conseguido de algún niño o recordar normas de convivencia con los compañeros).
Es un momento en el que se estimula mucho el lenguaje y animamos a que los niños nos cuenten y se expresen delante de los compañeros.

Os dejamos un vídeo para que  veáis lo que disfrutamos participando en la asamblea.

¡¡OS LO CUENTO!!

¡¡¡OS  LO  CUENTO!!!

¡¡Hola Familias!!

Supongo que os habéis dado cuenta de lo mucho que han crecido, cambiado vuestros peques durante el curso, tanto a nivel motriz, social como lingüístico. Es increíble!

Desde hace un par de semanas cuando traen un cuento de casa quieren contárselo a los compañeros, todo un avance, pues comienzan a compartir y además mejoran su lenguaje y vocabulario. Los demás progresan en atención y les motiva para ser ellos los protagonistas por unos instantes.

Así pues dejad que traigan cuentos sencillos al colegio, con imágenes grandes, les hace mucha ilusión.

Muchas Gracias

El lenguaje de los pequeños

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Sepa «perder» tiempo y no pretenda que su hijo hable correctamente a la primera. Lleva su tiempo.

Acepte con alegría (y manifiéstela) todos los intentos de mejora de articulación que haga su hijo.

Su hijo debe estar siempre atendido con palabras de “afecto”.

Si su hijo persiste en pronunciar una palabra de forma incorrecta no le atosigue, pero recuérdele -repitiéndola bien usted- cómo es correctamente la palabra. El niño no debe entender que su mala articulación se da por buena.

Las cosas deben ser denominadas correctamente. No le hable con»lenguaje bebe». No contribuya a retenerlo en un grado de infantilismo afectivo y lingüístico.

No debe exigirle un esfuerzo que no sea capaz de realizar. Su hijo no debe tener sentimientos de impotencia. La mayor catástrofe que nos puede ocurrir es que su niño se niegue a hablar.

Su hijo adquiere lenguaje viendo cosas, tocando cosas. No le abandone a su soledad. Provoque situaciones de diálogo, suscite preguntas…

Nunca emplee vocabulario complicado ni intente sostener conversaciones superiores a su capacidad.

Su hijo tiene que «crear». Hay que hacer que se esfuerce y no dirigirle en exceso de forma que sólo conteste «sí» o «no».

Libros de imágenes, historietas contadas con palabras y gestos, canciones infantiles con ritmo y melodía apropiados enriquecerán su vocabulario y darán a su habla expresividad y entonación.

Ejercitar los movimientos de la boca con todo tipo de estratagemas y juegos: «vamos a relamernos», «juegos de mímica»… También con tipos de alimentación que incluyan masticación, deglución adecuada… (ha de masticar su filete, el pan, la fruta…), mascar chicles…

Para desarrollar un correcto patrón respiratorio se pueden hacer muchos juegos: «concursos de aguantar sin respirar, soplar pitos-matasuegras-papelitos-algodones-pelotas de ping-pong, inflar globos, silbar, oler todo tipo de perfumes, hacer gárgaras, pompas de jabón, beber con pajita…

Acostúmbrele a que eduque su audición: identificar voces, sonidos…

Escuchar cuentos, acostumbrarse a músicas adecuadas o relajantes.

 

¿Cómo pueden ayudar los padres?

  • Hablar con claridad y articulando bien. Evitar repetir las palabras mal articuladas por el niño aunque sean graciosas.
  • Utilizar un vocabulario apropiado, enmarcado en frases sencillas y cortas.
  • Tratar de responder a las preguntas del niño con precisión.
  • Hablarle de cosas que le interesan y pueden llamar su atención.
  • Introducirse en sus juegos, de forma que se favorezca el diálogo.
  • Utilizar la «corrección indirecta»: Cuando nos toque el turno de responder o continuar la conversación devolver al niño (lo que dijo mal) de forma correcta sin hacerle sentir incompetente: Ej. Si dice: «Me dele la tateta», podemos responder: Ah, te duele la cabeza, ¿En qué sitio de la cabeza te duele?…
  • Darle ocasión para contar lo que ha hecho y lo que piensa, evitando hacerle excesivas preguntas y animándole a hablar en situaciones de no tensión.
  • Eliminar preguntas, interrupciones y exigencias de hablar.
  • Las preguntas hacen que el niño necesariamente tenga que emitir una respuesta, lo que aumenta la exigencia de la situación comunicativa. Las interrupciones provocan cortes en la comunicación del niño, exigiendo así un nuevo comienzo de sus emisiones, lo cual constituye una dificultad añadida.
  • Comenzar tranquilamente usando “turnos”. Respetar los turnos conversacionales en la familia.
  • No adelantarse y no concluir ni las palabras ni las oraciones que a él le cuesta decir.
  • Hablarse a sí mismo y habla paralela. Cuando estamos jugando con el niño no debemos centrar nuestra atención en que éste hable continuamente. Nuestras emisiones deben ser comentarios en voz alta, tanto para hablar de nuestras acciones como de las que en ese momento realiza el niño.
  • Estos comentarios conseguirán que se dé comunicación verbal sin que el niño se sienta obligado a hablar, disminuyendo así el nivel de exigencia.