¡¡TOCA, TOCA!!

Las manos son para el niño el vehículo más rápido y amplio para explorar el mundo. A través de ellas intuyen características de los objetos y rasgos de las personas, conocen el espacio en el que se desenvuelven, contactan con sus iguales, perciben sensaciones, satisfacen curiosidades y establecen las primeras relaciones afectivas y sociales.

Por ello en  nuestro día a día con nuestros niños/as, la manipulación tiene un papel muy importante. Podemos manipular cualquier tipo de objeto con diferentes fines, bien para desarrollar nuestra motricidad fina (rompemos papeles, que luego podemos pegar en algún dibujo o utilizar para cualquier actividad), o bien para aprender a percibir y diferenciar sensaciones como lo hemos hecho esta semana en nuestra clase. En esta actividad el objetivo es conocer la diferencia entre lo frío y lo caliente. Para ello hemos experimentado con cubitos de hielo recubiertos de plástico que han dejado nuestra boca y nuestras manitas super frías  y con el radiador de nuestra clase del que hemos aprendido que al tocarlo… ¡está caliente!.

En esta edad la manipulación de objetos con características opuestas, es clave para el conocimiento de las mismas: frío/calor, suave/rugoso, grande/pequeño, etc., por ello es conveniente trabajar estos opuestos, siempre en una misma sesión o actividad para que puedan apreciar fácilmente la diferencia, y así poco a poco  ir aprendiendo a distinguir.

Así que después de contaros lo que nos gusta tocar todo para aprender… dejad que las manos sean protagonistas de nuestro día  a día y… ¡a manipular!

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